domingo, 8 de marzo de 2009

Un horizonte que comienza en tu jardín

Hace 25 años esta hermosa canción del compositor y cantante chileno Fernando Ubiergo ganó el Festival OTI, celebrado en México. Al parecer estuvo inspirada en la guerra fría, ese permanente y amenazador mostrar de dientes que mantenían las dos superpotencias de entonces: USA y URSS. Creo que pocas canciones como esta logran transmitir una sensación o un pensamiento que conjuga todos los amores que puede experimentar el ser humano. Desde el amor filho (el familiar), pasando por el amor eros (entre un hombre y una mujer) hasta vislumbrar ese amor ágape (el amor universal) que tanta falta hace en este mundo, la canción plantea las preguntas y proyecta las imágenes de vida que tuvimos muchos de los que nacimos en la década de los 70´s. Mezcla de diferentes preocupaciones y circunstancias que conformaron el contexto histórico de los años 80, esta canción me recuerda eventos sociales y lejanos pero también experiencias personales. Me gustó mucho desde niño pero estuvo extraviada por años en el cajón de la vida en que olvidamos tantos bellos recuerdos. Hace algunos meses la encontré de nuevo y, según los días o las épocas, no dejo de elevarme en sentimientos cuando palpitan en el aire algunas de sus frases: "...siento que existe un horizonte que comienza en tu jardín..."

Hace más de dos décadas que escuché esta canción por primera vez, y el tiempo y la experiencia han confirmado algunas de sus voces sentenciosas ("...unos arriba, otros abajo, nadie quiere la mitad...") Sin embargo, a mediados de mi treintañez hay preguntas de la canción que alguna vez fueron sólo un verso para cantar en una sala confortable, pero que ahora constituyen acertijos universales con los que me levanto algunos lunes lluviosos o dudas con que interrogo a la noche sabatina. Hay preguntas cuyas respuestas escapan a la comprensión humana: "¿por qué la noche se hace corta cuando aún quiero soñar?"

El nombre de la canción es Agualuna, espero la disfruten.